viernes, septiembre 26, 2008

EL RESCATE DE LA SOBREMESA FAMILIAR

Un rito que se practica cada vez menos en el Perú



Por José Luis Bravo

Una definición elemental de la palabra familia es “los que comen juntos”. Si estamos dejando de hacerlo… ¿está la familia entera en riesgo?

Quienes pasamos los cuarenta años de edad tenemos entre nuestros mejores recuerdos dos hechos muy comunes vividos en nuestra niñez y adolescencia: ver a toda la familia almorzar junta y gozar de una sosegada y enriquecedora sobremesa.
Antiguamente los niños en edad escolar de nuestro país presentaban un mejor rendimiento. El hecho es que era muy común ver a toda la familia almorzar juntos. Nadie empezaba, incluso, si no lo hacía el padre. La comida, el almuerzo, desayuno o lonche familiar, era todo un rito. Padres, hijos, incluso abuelos, tíos o primos, gozaban de un sabroso y ameno momento familiar, que en la mayoría de los casos se extendía hasta dos y tres horas.
Pero por qué los niños de antes tenían mejor rendimiento escolar? Según los investigadores, antes estos no estaban estresados. ¿La razón? Los niños almorzaban en casa y, es más, compartían amenas sobremesas familiares.

En peligro de extinción:
Este simple acto como es la comida familiar y la sobremesa, lamentablemente ha ido desapareciendo de manera progresiva. La sicóloga Viviana Barrionuevo señaló a Enlace que hoy la ausencia de uno de los padres, la activa vida cotidiana y el ingreso de la mujer al mundo laboral, entre otros factores, transforma la hora de la comida en un momento de estrés para toda la familia.
La psicóloga plantea que “desgraciadamente la comida en familia y la sobremesa está en vías de extinción. La vida acelerada, el exceso de obligaciones, el trabajo intenso, el cansancio, el estrés derivado de los compromisos laborales y sociales y el escaso tiempo destinado a lo familiar en favor de otras actividades y pasatiempos, atentan contra la vida en familia y en especial contra ese tiempo que antaño existía en torno a la mesa y que llamamos sobremesa".La sobremesa puede permitir a los padres conocer más a sus hijos e intercambiar vivencias, porque constituye un momento en que los hijos pueden expresar inquietudes, temores o deseos.
Apagar televisor, celulares…
Hoy los padres debemos estar atentos a que las comidas no se den en medio de un televisor, el Internet u otros modernos juegos tecnológicos. Es costumbre que los niños coman o almuercen en sus dormitorios viendo televisión o haciendo sus tareas.
Dice la doctora Patricia Quispe, psicóloga del Centro de Terapia Integral de Barranco, que “los niños que no comen con sus padres tienen un menor desarrollo del lenguaje y menos manejo de un comportamiento adecuado socialmente, ya que su comida es en el dormitorio viendo televisión, en forma apurada y generalmente en silencio”.
Al compartir en la mesa con ellos los padres modelan el comportamiento con su conducta, lenguaje y capacidad comunicativa. Para los adolescentes la sobremesa es la ocasión diaria para estar con sus padres y dialogar. Es el momento en que los padres pueden observar a su hijo y percibir cómo está”.

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